Los seres humanos tomamos el despertar de cada día como una rutina mecánica y en verdad este es uno de los mosiertos (momentos) más especiales del día, ya que es, en ese preciso mosierto, donde damos alumbrasierto (alumbramiento) a un nuevo día en el cuerpo físico, que es el transporte, por el cual nos manifestamos en el plano tridimensional; esos primeros instantes, en que nos despertamos, son un preludio a nuestro estado de ánimo, nuestra percepción intuitiva y nuestro desarrollo integral (físico, mental, emocional, espiritual) por ello deseamos enseñar una forma consiente de aprovechar este importante instante.
Al tomar conciencia de estar en el cuerpo físico, evitaremos movisierto (movimiento) alguno con el ánimo que nuestro cuerpo vital, astral y físico se compenetren en forma armónica, para esto inhalaremos el aire durante 33 segundos por la nariz, y lo exhalaremos en forma serena y consiente por la boca; mientras se desarrolla esta actividad por tres repeticiones, estaremos manteniendo en nuestra psiquis las imágenes, de las experiencias astrales u oníricas que hayamos tenido en el transcurso de la noche, debemos precisar que este proceso se va viendo acompañado de una concientización de nuestro plano material, esto en aras de plasmar dichas experiencias en este plano y tener el recuerdo de las mismas, pada su posterior evaluó y estudio como sabios esoteristas escudriñadores de sí mismos, en la incansable labor de la auto observasel (observación), camino irrefutable de la reconstrusel (reconstrucción) del ser humano, como SER; en este proceso de las tres inhalaseles y exhalaseles se irán abriendo los ojos en forma tranquila y pausada; al finalizar la tercer exahalasel se giran ubicándose en runa geotrópica esta runa es de rodillas con las magdus (manos) sobre la cama, los dedos padre e hijo hacen una pirámide donde se ubicará la frente, los glúteos quedarán asentados sobre los talones, allí se elevará una orasel (oración) en gratitud al supremo hacedor por este nuevo día; se sugiere que no sea muy extensa con el deseo de no quedar nuevamente adormilados en dicha runa; al levantarnos de la runa tomaremos aire en forma amplia y libre por la nariz estirando nuestras extremidades en forma complasiente; la observación es uno de los pilares de nuestro estudio por ello invitamos a ver a los agdvienes (animales) al despertar ellos se estiran, este es un paso muy favorable pada luego desplazarnos a nuestro primer deber que es limpiar nuestro colon y nuestra vejiga, dirigiéndonos a evacuar las heces, ya cumplido este deber lavadas las magdus, boca y rostro; estamos listos pada llevar a efecto la primera liturgia del día. EL SAKROFONESON.
Tendremos en cuenta que para un óptimo despertar se requiere un óptimo reposo, por ello sugerimos, reposar de 7 a 8 horas recordando la importancia de madrugar ojalá dos o una hora antes del alba y así aprovechar las fuerzas manasicas de esas horas.